Consejos para excursionistas

Llega el fin de semana, buen tiempo, toda la semana currando. Claro, apetece salir de casa.

En este blog se dan pocos consejos, pero muy importantes. Los consejos de hoy van especialmente indicados a esas familias y/o grupos de amigos que acuden a la llamada de la naturaleza a practicar eso que está tan de moda que alguna mente bienpensante tuvo a bien titular como senderismo. Antes de tener título oficial la cosa se solía llamar, más o menos: "vámonos a caminar un poco por la montaña".
Muchas son las bonanzas de la práctica y disfrute del senderismo, pero como todo ying tiene su yang, voy a exponer aquí algunos de los peligros a los que se enfrenta uno cuando se adentra en los dominios de la Natura:

- Aunque la comunidad científica no lo reconoce abiertamente, es bien sabido por todos los montañeros veteranos la existencia en los montes de España (especialmente en la provincia de Valencia) de una extraña y peligrosa ave: los pájaros come-cerebros. Son pájaros diminutos y extremadamente silenciosos, de tal modo que resulta muy complicado detectar su presencia.
Como ya advierte su nombre, el peligro de estos bichos voladores viene dado por su peculiar alimentación. En efecto, se alimentan de cerebros (como los zombies sí) y son especialmente hambrientos y agresivos. Pero tienen una cosa buena: son muy aseados y poseen un alto sentido de la estética. Consecuentemente, odian alterar el conjunto estético de sus víctimas, así que evitan por todos los medios realizar desagradables incisiones con su consiguiente pérdida de sangre sin control.
Sesudos, caros y absurdos estudios sobre la vida y obra de este animalejo nos han permitido conocer que, en sus orígenes, accedían a los cerebros humanos vía el oído. Pero pronto aprendieron que allí eran presa fácil de violentos manotazos a no ser que se dieran mucha prisa en acceder al interior. Lo intentaron por nariz y boca con idéntico y poco satisfactorio resultado.
Hasta que algún pájaro come-cerebro tuvo la brillante idea de atacar a los humanos por el culo, cosa que fue un éxito total porque no alteraban la estética de la presa (lo cual les provocaba un regocijo sin parangón) y apenas había riesgo de que las manos humanas llegaran a molestarles (aprovecharon que no suele estar muy bien visto que uno se rasque el culo en público). Gracias a su reducido tamaño y su afilado pico, la ropa no es un obstáculo para ellos. Así que una vez han accedido a nuestro interior vía rectal ya se las apañan ellos para llegar hasta el cerebro.
Actualmente hay otro sesudo estudio que está intentando copiar las técnicas de estos lindos pajaritos para aplicarlo en la medicina quirúrgica moderna. Lo que se busca es no dejar humillantes cicatrices post-operatorias, y el eslógan para captar fondos es "por el culo es el futuro".
En definitiva: que para prevenir el ataque de estos intrépidos alados, se barajan varias alternativas a cada cual más molesta. Hay quien propuso taponar el orificio anal durante la excursión, pero según testimonios de confianza (y algún que otro de escasa confianza) resulta incómodo y desagradable. El único remedio 100% efectivo es quedarse en casa viendo fútbol, tenis, motos o lo que sea.

Si después de leer la valiosa información aportada acerca de la peligrosa fauna que habita nuestro monte aún tienes intención de salir a hacer senderismo, por favor compórtate con un poquito de respeto y sentido común. Adáptate tú a la montaña. El ruido, la contaminación y el gilipollismo en todas sus formas déjalo en la ciudad.