lunes, 18 de mayo de 2009

Bueno, bonito, barato

Por enésima vez se me acaba de escoñar un aparato electrónico. Y esta vez no era el más barato que tenían en la tienda.

Usar y tirar. Calidad de las cosas: la mínima. Lo que importa es que sea muy barato. Antaño esta clase de aparatos los fabricaban los alemanes, japoneses, etc. y aún televisores funcionando con más años que Matusalen. Los chinos es un mundo aparte.

Por suerte o por desgracia, algo he tratado con ellos. Lo suficiente como para comprender que si busco algo de calidad y bien hecho, los chinos me lo pueden fabricar. Si busco algo que aguante una semana o dos, los chinos me lo pueden fabricar.
No tienen miramiento, ellos mientras vendan se adaptan a las demandas (eso del amor propio está supeditado al amor por el dólar). Y como las demandas es "cuanto más barato mejor" el resultado final son aparatos que funcionan casi de casualidad.
En fin, que entre unos y otros, estamos como estamos.

Espero que cuando llegue el momento de los miembros biónicos (me refiero a brazos, piernas y cosas así, guarrotes) los fabriquen los japoneses. Como sean Made in China las consecuencias pueden ser, como mínimo, divertidas.

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