Hola. Me llamo Saturnino, y soy de Saturno. Sí, del planeta Saturno, el de los anillos. A partir de hoy voy a estar una temporada por el planeta Tierra observando más de cerca de los terrícolas, con el objetivo de conocerlos y decidir si seguimos pasando de ellos o conviene tomar alguna acción concreta en bien del Universo.
Los terrícolas son una forma de vida primitiva, con muy limitadas capacidades, motivo por el cual en el resto de galaxias nunca han despertado el menor interés. Para que se me entienda: el resto de planetas del Sistema Solar y de gran parte del Universo está poblado por seres como yo, que no soportamos la pesada carga del cuerpo físico. Hace millones de años que ya pasamos por esa etapa.
Nuestra tecnología es del todo inimaginable para un terrícola, de modo que me vais a permitir que no pierda tiempo tratando de explicarla. Basta decir que estamos donde queremos cuando queremos, no estamos atados a esas leyes físicas básicas que los terrícolas no son capaces de superar.
Teniendo en cuenta estos factores y otros muchos que no he enunciado, ¿para qué vamos a querer venir a La Tierra? En honor a la verdad, hace tiempo hubo unos conocidos míos que ofrecían viajes a La Tierra, el eslogan rezaba algo así como “La Tierra: Recorrido por un planeta salvaje, descubra cómo éramos nosotros hace millones de años”, pero fracasó. Difícilmente podía competir con ofertas tipo “La Vía Láctea al completo en 7 días y 6 noches”.
La comparación sería como si un terrícola se pusiera a observar la vida de las luciérnagas. La inmensa mayoría de los humanos no encontrarán el menor interés en tal actividad verdad, pues por eso nunca hemos hecho mucho caso a este pequeño planeta. ¿Qué interés pueden tener unos seres que bailan y cantan el reguetón (o como se llame)?
Nuestra sociedad se diferencia enormemente del modelo aceptado en La Tierra. Básicamente, la diferencia consiste en que nos basamos en algo de lo que los terrícolas hablan mucho pero que en realidad desconocen por completo: el sentido común. No necesitamos leyes, ni gobernantes, ni castigos, pues al basarnos en el sentido común todos tratamos siempre de hacer lo que sea mejor para la comunidad y sus componentes. Si alguien se equivoca, es el primero en admitirlo, aprender de ello y hacer lo necesario para enmendar su error.
Son conceptos difíciles de comprender para unos seres atados a extraños valores morales como el bien y el mal, con visión limitada del Universo, y que aún siguen creyendo en el azar como medida para justificar su propia ignorancia, por lo cual tampoco voy a esperar que se comprenda este punto.
Hecha esta pequeña presentación, en próximas días iré relatando mis vivencias a pie de campo.
Desde Saturno con amor,
Saturnino
No hay comentarios:
Publicar un comentario