Nacionalismos

Hace bastantes años escribí este pequeño texto que hoy pego en el blog. No he modificado ni una sola coma porque sigo pensando exactamente igual...

Por más que escucho teorías y más teorías, creo que nunca lo voy a aceptar. El nacionalismo, ya sea en su forma dura o en su forma light, es a mi modo de entender la vida, una manera de pensar y actuar contra-natura.

Muchas conversaciones he mantenido con nacionalistas de diversa índole, y nadie me ha sabido responder a esta sencilla exposición:

Lo que yo veo es que la Tierra es una, y que las fronteras dibujadas en un papel (rayas que han estado y estarán en constantes cambios) no existen en realidad. Yo vivo en España, pero puedo pasar caminando tranquilamente a Portugal y la verdad, no aprecio cambio ninguno. Si el día es nublado, las nubes siguen estando allí, y si el Sol está brillando en el cielo azul, lo mismo brilla en un país que en otro. El Sol quizás sea el gran ejemplo, él cada día acude a su cita, y nos presta su energía a todos los humanos por igual, sin distinción de ningún tipo. Pregunto yo : ¿Si el planeta que, al fin y al cabo es nuestro Padre y nuestra Madre, no hace distinciones, por qué nosotros sí las hacemos, acaso somos más sabios que la Naturaleza?

Ante esto empiezan a contarme que si la cultura de cada sitio, que si somos diferentes, etc. Yo contesto : Bien, eso es evidente, en cada región hay costumbres y culturas diferentes, pero ¿por qué mi cultura es mejor que la tuya?, ¿por qué tiene que ser un motivo de distanciamiento y odio?

Podría escribir largo y tendido, pero terminaré diciendo que, en mi opinión, toda esa gente que muestra con orgullo su adhesión hacia una patria o región, y que piensan que es un signo de su personalidad e incorruptibilidad, en realidad no son más que pobres ignorantes. No son más que unos títeres en manos de cuatro políticos que en su afán de poder saben que mejor ser rey de una provincia pequeña que barón de un gran país. Y, por supuesto, no hay títere más fácil de manejar que aquel que piensa que es libre y ni siquiera cae en la cuenta de lo que realmente es.